Seguramente mi guitarra, ahora semi-olvidada en un rincón de un armario, se acordaría de esta foto, en ella cuatro jóvenes, cuatro amigos, de esos que son “para toda la vida” pero que la vida misma se encarga de separar, posan para la que iba a ser la foto de su primer “álbum de éxito”.
El sitio no sé si existe, es el puente cercano a la Casa Cuna en Puerto Real. El tiempo, puede ser el verano de 1976, aunque no estoy seguro. Los personajes son, de izquierda a derecha, Antonio, yo, Fran y Jero. Falta Antonio Moreno al que supongo detrás de la cámara.
En aquella época no uníamos cada tarde en casa de A. Moreno (el cámara) para escuchar en su tocadiscos los álbumes de The Beatles, Pink Floyd Jethro Tull, Alan Parsons, Triana, Cai, Alameda o Tequila, y otros que sus padres, los de A.M., le compraban y que nosotros escuchábamos con devoción y constancia.
Luego arañábamos las cuerdas de nuestras guitarras e intentábamos, con poco éxito, imitar a nuestros ídolos. Pero todo aquello fue solo una ilusión, una hermosa ilusión que no salió del cuarto de estudios de Antonio, tuvimos la foto de portada antes de saber tocar, inocencia, inmadurez, desconocimiento, bisoñez…juventud.
Con el tiempo la vida nos separó y distinguió con distintos cometidos, nunca nos volvimos juntar después de aquellos años, pero quedó un recuerdo cálido y amable de las charlas animadas e ilusionadas sobre nuestro futuro musical.
Pero aquello no fue en vano, de aquellas sesiones de audición nos fue quedando una educación musical de la que ahora nos beneficiamos. No sé apenas nada de algunos de ellos, pero estoy seguro que siguen siendo fervorosos adictos a la música de, por ejemplo, Beatles, y que hubieran sentido la misma emoción que sentí yo cuando fui a Hamburgo y busqué el Pub INDRA, el sitio donde tocaron los de Liverpool juntos por primera vez.
Y si, como dice Aute, solo “queda la música”, en mi al menos siempre hay un recuerdo para aquellos amigos “para toda la vida” con los que compartí mi pubertad.
Saludos, Okawango.